J&Q / Uganda
J y Q son una pareja casada de lesbianas aunque no reconocida ya que en la sociedad ugandesa el lesbianismo es una anormalidad, una maldición, una enfermedad que necesita cura.
«Siempre tenemos que hacer como que somos hermanas para encajar en la sociedad, especialmente en el vecindario donde vivimos.
Muchas personas (hombres) nos han atacado verbalmente cuando notan que somos pareja. Una vez un grupo de hombres se acercó a nosotras en un local nocturno y nos pidió que lo acompañáramos. Cuando se dieron cuenta de que andábamos juntas empezaron a insultarnos diciendo cosas como ‘Necesitas que te violen para que dejes la estupidez de enamorarte de otras mujeres’. Nos han lanzado tragos y botellas así que nuestra vida social es muy limitada porque tememos por nuestras vidas.
Raras veces pasamos años en la misma casa debido a las sospechas constantes de nuestros vecinos así que siempre nos movemos y tratamos de invitar a algunos colegas masculinos a visitarnos para que la gente piense que son nuestros novios.
Los vecinos siempre nos señalan y una vez unos trataron de espiarnos, ha sido difícil porque nunca nos sentimos seguras.
No podemos decir públicamente que estamos casadas especialmente después de que se aprobó la ley y eso causó que la gente esté más pendiente y que la mente de muchos ugandeses ahora esté contaminada en contra de la comunidad LGTBIQ, lo que también ha hecho que vivir en Uganda siendo lesbiana sea muy peligroso.
Tratamos de vivir un día a la vez e ignorar a quienes nos llaman ‘basiyazi’ y tratamos de sonreír para bloquear el estrés emocional y el tormento psicológico en el que vivimos. Tratamos de limitar nuestros encuentros incluso en sitios de trabajo ya que nuestros colegas también estuvieron murmurando cuando vieron nuestras demostraciones de cariño, así que nada de seguir mandando flores.
Ahora nuestra única esperanza es que no siga creciendo la anti-homosexualidad para que podamos vivir en paz, aun si estamos en el closet, especialmente ocultándonos de nuestras familias».