Detrás de Where Love Is Illegal hay un grupo de personas que cree que los derechos humanos son universales y que la persecución por motivos de sexualidad o identidad sexual debe acabar.
Ese grupo de personas también cree que las historias tienen la capacidad de conectar a la gente, de transformar opiniones, abrir mentes y cambiar políticas.
Where Love Is Illegal empezó como un proyecto fotográfico, por el fotógrafo galardonado y activista de derechos humanos Robin Hammond. Robin ha viajado durante una década por toda la África sub-Sahariana para documentar problemas relacionados con los derechos humanos y el desarrollo. Durante ese tiempo, también ha observado con asombro el aumento de la intolerancia hacia las comunidades LGBTI en algunos países.
A mediados de 2014, mientras trabajaba en Nigeria para la revista National Geographic, Robin se enteró de que al norte del país habían arrestado y flagelado en tribunales a cinco hombres por ser homosexuales. Un par de días después conversó con ellos. No tenían dónde vivir y estaban escondidos. Se enfrentaban a un futuro espantoso e incierto.
Unas semanas después, hizo un segundo viaje para volver a verlos.
Con las fotos que les tomó y las historias que recopiló, Robin aplicó para Getty Grant for Good, un programa que ofrece financiamiento a un diseñador y un fotógrafo para que trabajen juntos y creen una campaña de sensibilización. La diseñadora Erin Joy se unió a Robin y juntos ganaron US$20.000 para crear Where Love Is Illegal.
Robin viajó a Uganda, Suráfrica y Camerún para continuar con su proyecto, pero se dió cuenta de que el problema era más grande que África. El activista de derechos de las personas LGBTI Harold Smith-Franzen ayudó a Robin a expadir el proyecto hacia Malasia, Rusia y el Líbano. Otras personas empezaron a unirse ofreciendo su ayuda.
En cada uno de los países, Robin trabajó con grupos de base LGBTI que trabajan por los derechos y el bienestar de las personas que son perseguidas por ser quienes son.
Muchas de las personas que Robin conoció y escuchó, nunca antes habían contado sus historias. Muchas de esas historias eran devastadoras, mientras que otras eran inspiradoras. Todo el equipo de Where Love Is Illegal quedó profundamente impactado; todos sabían que existían leyes discriminatorias, pero jamás habían escuchado historias personales. A nivel intelectual, entendían la injusticia, pero al leer las historias, la sentían.
Muchas de las organizaciones de base que colaboraron durante el desarrollo de este proyecto, luchan para proveer los servicios tan necesarios que ofrecen. Así que Where Love Is Illegal se convirtió en más que una campaña para sensibilizar; hoy en día también apoya a estas organizaciones económicamente. El equipo que conforma este proyecto cree que la mejor manera de dar apoyo a las personas LGBTI en estos paises es apoyando a los grupos que pertenecen a dichos países.
Así nace este espacio; un espacio donde las personas pueden compartir sus historias de discriminación y supervivencia. Le hacemos frente a la discriminación, a la persecución y a la violencia vividas por personas que no pueden ser más que quienes son desde el momento en que nacieron; personas que se niegan a callar.